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sábado, 1 de diciembre de 2007

1.520.- Villarrodrigo y Guerra de las Comunidades.


LA GUERRA DE LAS COMUNIDADES Y LAS GERMANÍAS (1.520-21)

La Guerra de las Comunidades comenzó en Toledo, en abril de 1.520 y terminó con la batalla de Villalar en Abril de 1.521, aunque en Toledo prosiguió hasta febrero de 1.522. La insurrección comunera comienza como una protesta contra los propósitos y modos de gobierno del nuevo rey Carlos I y sus cortesanos extranjeros, pero a medida que se extiende, se radicaliza y transforma en la primera revolución moderna de Europa, constituyendo uno de los capítulos más nobles y hermosos de nuestra historia.

La revuelta comunera afectó principalmente a los reinos de Castilla y León, y en menor cuantía al reino de Murcia y Andalucía. Villarrodrigo pertenecía a la Encomienda santiaguista de Segura de la Sierra incluida en el reino murciano. Según la visita de la Orden de Santiago en 1.524, la Encomienda estaba formada por su capital, Segura de la Sierra, que con 340 vecinos (alrededor de 1.500 habitantes) comenzaba a superar demográficamente a Villarrodrigo con 322 vecinos, seguían Siles (280), Torres de Albanchez (200), Orcera (200), Hornos (140), Génave (130), Benetae (120), Catena (60), La Puerta (40) y Bayonas (35). Un caso especial lo constituía Beas de Segura que a pesar de tener 400 vecinos había perdido una considerable población y se encontraba en un punto de mínimo demográfico. Se sumaban a estos pueblos los enclaves santiaguistas de Albanchez (100), Bedmar (260) y Chiclana (250).

En la mayor parte de los pueblos serranos, según los visitadores santiaguistas, no hay grandes diferencias económicas entre sus pobladores y su situación económica es de "mediano pasar" siendo en Bayonas, La Puerta y Benatae donde domina la pobreza. Coincide este cierto auge económico y crecimiento del índice demográfico con la época dorada de la ganadería mesteña. En contraste, Beas con una estructura eminentemente agrícola, había reducido su población a la mitad durante los cincuenta años anteriores.

El conjunto de los pueblos serranos, con una cierta tradición de comunidad y sociedad eminentemente de clase baja era terreno propicio para alzarse en comunidad, pero es contrarestado por el alejamiento del centro de la revolución.

Las villas, cabezas de territorio, la burguesía mercantil y los nobles se alinean contra la revolución, mientras los lugares ven la ocasión de segregarse de la metrópoli y parte del campesinado intenta escapar de la servidumbre del régimen señorial. Siles, con su título de villa, seguía pleiteando con el concejo de Segura de la Sierra que se consideraba cabeza de los lugares y señora de los términos. Para Villarrodrigo es la ocasión propicia para revelarse contra la tutela de Segura de la Sierra. Aunque se intitulaba villa por merced del Maestre Don rodrigo Manrique y había reconstruido sus ya inútiles murallas defensivas (Cortijo) que rodeaban la Torre, el concejo de Segura de la Sierra en ningún momento le reconoció ninguna jurisdicción civil. Sin embargo en la jurisdicción eclesiástica la separación se produjo como hecho consumado, el cura Diego Sánchez declaraba en la Visita de la Orden de Santiago de 1.507 que hacía las veces de Vicario sin tener nombramiento. En el año 1.525 el nuevo cura Diego de Avilés es nombrado Vicario con jurisdicción sobre Villarrodrigo, Torres de Albanchez, Génave y Las Bayonas.

La vecina ciudad de Alcaraz, donde se concentraba la mayor parte de la burguesía mercantil y la nobleza, permaneció realista, mientras los únicos brotes comuneros partieron de los lugares de su alfoz. En la comarca segureña, la burguesía mercantil y la nobleza se concentraba en las villas de Segura de la Sierra y Beas de Segura, defensoras realistas, mientras en los lugares de su jurisdicción, fuertemente campesinos y artesanos, surgen los levantamientos comuneros.

En las Relaciones Topográficas de los pueblos de España, mandadas realizar por el rey Felipe II en 1.575, los pueblos realistas tratan de airear su contribución militar contra los sublevados. En el cercano pueblo de Terrinchez, la torre fortificada del pueblo "cuando las comunidades" su alcalde "sustentó para el Rey la dicha fortaleza". Los moradores de Torres de Albanchez se defendían en su Castillo "de muchos trabajos especialmente quando las Comunidades", y en el capítulo treinta y siete "dijeron que en esta villa no hay agora mas noticias deque en el tiempo de las Comunidades que fue año de veinte y uno, esta villa fue muy leal á la Corona Real, é no se vido ni hecho cosa en contrario".

También los redactores de Segura de la Sierra afirman la fidelidad de la villa a la Corona Real en la Guerra de las Comunidades. Allí se refugiaron los jueces mayores que huían de los comuneros. El capitán de la villa, Pedro Bellón, cogió prisionero en el camino de Yeste al capitán de los comuneros Pedro Sánchez de Ballestero y a otros tres, siendo ahorcado, más tarde, el capitán en Segura y otros muchos comuneros fueron azotados.

En el cuestionario de Beas de Segura es donde más se airea la lucha de su nobleza y vecinos contra los comuneros. Entre las personalidades que se destacaron en esta lucha figuran Sancho Rodríguez de Negrete y Sancho Rodríguez de Sandoval Negrete del noble linaje de los Negretes.

Sancho Rodríguez de Negrete, persona muy principal, rico caballero hidalgo y durante cierto tiempo Gobernador, "en tiempo de las Comunidades del año de veinte, é vente é uno atendió con sus deudos, é amigos de apaciguar con gran cuidado e diligencia algunos pueblos comarcanos que dicen se revelaban en favor de la Comunidad, de manera que con su autoridad, é potencia fue parte de allanar algunos levantamientos, en favor de la Corona Real".

Villarrodrigo fue uno de los pueblos comarcanos que se habían levantado en comunidad, y una Compañía de Infantería formada por vecinos de Beas y llevando por Capitán a Sancho Rodríguez de Sandoval Negrete "fue a la villa de villa Rodrigo, que decían que estaba rebuelta" para allanar la sublevación. No conocemos lo ocurrido en este enfrentamiento ni la relación cronológica con los hechos que los redactores de La Puerta de Segura nos relatan: durante la guerra de la Comunidades el Bachiller Alcalá sentenció a muerte al "Capitán de la Hermanía que havia en Villa Rodrigo "por mandato del Gobernador de Segura; los hijos y amigos del capitán comunero se dirigieron a La Puerta y penetrando en su fortaleza por una puerta falsa, situada en la parte del río, lucharon hasta llegar a la sala donde estaba el Bachiller "rompieron los quiciales de las puertas" y allí le mataron, "después se hizo justicia de dos dellos" cortándoles las cabezas y clavándolas públicamente en la fortaleza.

No conocemos la relación existente entre estos relatos aislados: la llegada a Villarrodrigo del Regimiento de Infantería de Beas, la sentencia a muerte del capitán comunero de Villarrodrigo, la venganza de sus hijos y compañeros y el posterior ajusticiamiento de dos de estos y el apresamiento y muerte del capitán comunero Pedro Sánchez de Ballestero. Rastreando los nombres que aparecen en las Visitas de la Orden de Santiago a Villarrodrigo, nos encontramos con el mismo nombre de Pedro Sánchez Ballestero dentro de los vecinos cuantiosos, en la visita del año 1.498, desapareciendo este nombre como cuantioso en la visita de 1.507 y posteriores.

Al final de la contienda con la derrota de las comunidades y el triunfo de la monarquía los perdones y mercedes de los Gobernadores abundaron por doquier. El 4 de julio de 1.521 se expidió Cédula (Archivo General de Simancas, Cédulas, lib. LII, fol. 257) perdonando a determinados vecinos de Albanchez y Villarrodrigo que habían jurado estar en comunidad.

Esta es la incompleta historia chica que los humildes campesinos de Villarrodrigo protagonizaron hace casi quinientos años, luchando por su libertad dentro de lo que se considera como la primera revolución moderna.
(Texto redactado para el programa de las fiestas de Villarrodrigo del año 1.981)

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