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viernes, 30 de agosto de 2024

1.480.- Visita a Segura de la Sierra de la Orden de Santiago.

 


1480-9-25 -Visita a los Partidos de la Mancha, Ribera del Tajo, Campo de Montiel y Sierra de Segura. Visitación de Segura. (AHN. Guía de las OO.MM. Mss. Santiago. Sign. 1064 C pág. 240-242).

 

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Vesitaçión de la villa de Segura

 

En veinte y cinco días de setiembre del dicho año de ochenta (1480) años, los dichos visitadores llegaron a la villa de Segura de la Sierra e hicieron juntar a los alcaldes y regidores de la dicha villa. Y no estaba ende el señor don Pedro Manrique, conde de Paredes, comendador de la dicha villa, que estaba en Siles. Ansí juntos los dichos alcaldes y regidores y oficiales de la dicha villa, les mostraron los poderes que del maestre nuestro señor llevaban, los cuales los obedecieron con mucha reverencia como a cartas del maestre nuestro señor y cuanto al cumplimiento de ellos dijeron que son prestos de cumplirlos en todo y por todo según y por la vía y forma que en ellos se contiene y por ellos su señoría lo envía mandar y los recibieron en la dicha visitación.

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Luego los dicho visitadores hicieron juntar los alcaldes y regidores y caballeros y una asaz gente de hombres que ende estaban, hicieron pregonar al portero de la dicha villa que si alguna persona o personas tenía queja de otra o recibido agravio del señor comendador de Segura que pareciese ante ellos a lo notificar y les harían todo cumplimiento de justicia.

 

Luego los dichos visitadores fueron a la iglesia de señora Santa María que es iglesia parroquial de la dicha villa y hallaron por cura de ella a Alfonso Ynares, fraile del convento de Uclés, el cual está sin presentación salvo que tiene presentación del prior don Juan Díaz de Coronado (Prior de Uclés) y con colación del obispo de Cartagena. Le mandaron los dichos visitadores que para San Juan de junio primero que viene del año de ochenta y uno, que paresca ante el maestre nuestro señor o ende por manera que en el dicho tiempo traiga licencia y presentación del dicho señor maestre y que si non la trajere dentro del dicho tiempo que lo han por repelido del dicho curadgo y vicaría que tiene, le mandaron al Concejo de la dicha villa que si hasta el dicho día non trajere la presentación de su señoría, como dicho es, que non lo hallan por cura ni vicario de la dicha iglesia pasando el dicho tiempo.

 

Tiene el dicho cura primicias de pan y queso y pie de altar y una casa en que vive que es del dicho beneficio. Tiene más una viña  en Peñalara (¿) de hasta tres o cuatro peonadas.

 

Tiene la fábrica de la dicha iglesia las sepulturas que dan una dobla castellana por cada sepultura nueva y por la abrir de cada sepultura dos maravedíes. Tiene la dicha iglesia dos cuerpos de dominicales de lectura y canturía; un santoral bueno de lectura y canturía; un oficiario viejo; un dominical y santoral; un toletorio (¿) y evangelistero y un epistolario; unas costabres (¿) malas; una cincohistorias viejas; un manual para dar los sacramentos.

 

Tiene la dicha iglesia una cruz de plata asentada sobre madera dorada esmaltada, que puede pesar diez marcos poco más o menos. Otra cruz de cristal buena, el pie de plata pequeño, habrá en él por medio marco de plata; dos cálices con su patenas, pesará cada uno marco y medio de plata.

 

Tiene la dicha iglesia un vestimento azul de terciopelo con una cenefa de oro, está a lugares bordada de hilos de oro. Tiene otro vestimento de zarzahán con su recabado, para los días de Nuestra Señora. Un incensario de cobre.

 

Luego los dichos visitadores enviaron a decir al alcaide García de la Madrid que está por alcaide en la fortaleza de Segura por el señor Conde de Paredes y Comendador de Segura, que ellos querían subir a ella a la ver y visitar, el cual dicho alcaide les respondió con un hijo suyo que se dice Luis de la Madrid /242/ que porque el dicho alcaide estaba muy mal de dolencia que padecía que les pedía por merced que diese por visitada la dicha fortaleza y que non mirasen (¿) de trabajar de ir allá, non encargamos (embargamos?) que todo ello non estaba al servicio del maestre nuestro señor y estaba todo llano a sus mandamientos; los dichos visitadores le respondieron que porque ellos traían este oficio y eran obligados a visitar las casas y fortalezas, que todavía le requerían, que querían ver la dicha casa y fortaleza, el dicho Luis fue consto (¿) y no respondió después cosa alguna.

 

Luego los dichos visitadores fueron a ver el horno de la dicha villa, que es de la dicha Encomienda de Segura, el cual hallaron muy mal reparado para dar en el suelo, mandaron al dicho Comendador de Segura en ausencia y al dicho Luis de la Madrid en presencia para que se lo haga saber que hasta el día de San Juan próximo del mes de junio que se desencobra la pared de largo a largo desde la puerta hasta el hastial y donde el dicho hastial hasta el otro hastial que va por las espaldas del horno y que lo haga todo de nuevo, lo cual mandaron como dicho es, al dicho Comendador que así lo haga y cumpla como es dicho en virtud de obediencia. Y mandaron al Concejo que si así el dicho Comendador non lo mandare hacer, que cumplido el dicho tiempo puedan cocer donde quisieren su pan, sin pagar poya y sin que por ello incurran en pena alguna.

 

Luego los dichos visitadores fueron a ver y visitar la Casa de la Orden que está junto con la iglesia, era en su tiempo muy gran casa, está derribada; sacaron el libro de la visitación pasada, hallaron que los visitadores pasados que la mandaron hacer al dicho Comendador de Segura, no la había hecho, mandaron al dicho Comendador, en virtud de obediencia, que labre y cubra las dichas casas según que los visitadores pasados que la ovieron mandado hasta un año primero,


 

COMENTARIO: El 25 de septiembre de 1480 los visitadores santiaguistas  (Martín de Tordesillas, comendador de Ribera, el comendador Fernando Díaz de Rivadeneyra, el licenciado Pedro de Orozco, miembro del Consejo de la Orden y el fraile Juan Pérez) llegaron a la villa de Segura de la Sierra, cabeza de la Encomienda de la Orden de Santiago. Presentaron el mandamiento de poder de su Maestre don Alfonso de Cárdenas de acuerdo con su Capítulo General, a los alcaldes y regidores de la villa, que lo obedecieron y estaban prestos a cumplirlo.

A continuación hicieron pregonar en el lugar que cualquier persona que tuviera queja o agravios del Comendador de Segura don Pedro Manrique, II Conde de Paredes, que por entonces residía en la villa de Siles, o de sus criados, que se presentasen ante ellos, los oirían y harían justicia.

Luego visitaron la iglesia parroquial de Santa María y hallaron por cura y vicario a Alfonso Ynares que tenía presentación del Convento de Uclés y colación del Obispo de Cartagena pero no tenía presentación del Maestre.

Luego mandaron llamar al alcaide de la fortaleza García de la Madrid (nombrado por el Conde de Paredes y Comendador de Segura) para visitar el castillo. Se presentó su hijo Luis de la Madrid diciendo que el alcaide estaba enfermo y que desistieran de la visita.

Luego visitaron el horno de pan de la Encomienda que estaba para caerse y mandaron al Comendador que lo reparase.

Por último fueron a visitar la Casa de la Orden, que estaba junto a la iglesia, que en su tiempo fue una gran casa pero que ahora estaba derribada. Los visitadores mandaron al Comendador que la vuelva a construir.


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