1.335-VII-11.- Santa Cruz. El Maestre de
Santiago Vasco Rodríguez, da en arrendamiento a Pedro García, vecino de Génave
y a Pedro Gil, vecino de Alvaladejo (Villarrodrigo), la casa, torre y su
cortijo de Salfaraz. (AHN, Ordenes Militares, Uclés,
carpeta 311, nº 51. Archivo General de la Región de Murcia)
"Sepan cuantos esta carta vieren
como yo Pedro García vecino de Xenabe,
porque vos don Basco Rodríguez, por la gracia de Dios Maestre de la Orden de la
Cavallería de Santiago amo e mayordomo mayor del Infante Don Pedro, fijo
primero heredero del muy noble Rey Don Alfonso, fazedes merced a mí y a Pedro
Gil vezino de Alvaladejo, en que nos dades y tengamos de vos la vuestra
casa de Fasalfaraz desde este Sant Miguel de setiembre primero que viene fasta
nueve años primeros siguientes en que labremos y criemos, otorgo e conosco por
mi e por el dicho Pedro Gil que adobemos e reparemos el cortijo e la torre de
la dicha casa en guisa que esté muy bien adobado e reparado, e complidos los
nueve años que dichos son que dexemos barvechos fechos en el heredamiento de la
dicha casa de quatro yuntas de bueyes muy bien fechos e bien labrados, e esto
que lo cumplamos por nos e por nuestros bienes, e sy el dicho Pedro Gil non
quisiere tener conmigo la dicha casa e complir lo que dicho es, que yo el dicho
Pedro García que tenga en mi la dicha casa e cumpla las lavores de la torre e
de cortijo e dexe los barvechos fechos que dichos son e de el diezmo de lo que
Dios me diere al comendador de Segura, e para complir todo esto que dicho es,
obligo todos los mis bienes por doquier que los aya e porque esto sea firme,
rogué a estos escrivanos que firmasen esta carta a mi plazimiento e a mi
otorgamiento. Fecha la carta en Santa Cruz, onze días de julio era de mill e
CCC e setenta e tres años. Yo Gonzalo Martínez, escrivano del común de Uclés,
so testigo. Yo Pedro García, escrivano, so testigo. Yo Alfonso López,
escrivano, so testigo. Yo Rui Ferrandez, escrivano, so testigo. Yo Rodrigo
Yañez, escrivano, so testigo e la escreví."
COMENTARIO: En este
documento del año 1335 (Era 1373), el Maestre de Santiago Vasco Rodríguez de
Coronado (1324-1338 aproximadamente) arrienda por nueve años a Pedro García,
vecino de Génave y a Pedro Gil vecino de Albaladejo (Villarrodrigo medieval) la
casa de Salfaraz, compuesta por una torre y su cortijo (murallas defensivas que
rodean a la torre) y las tierras de labor y de pastos. Los arrendatarios se
comprometen a reparar y arreglar la torre y su cortijo y que a los nueve años,
fecha de finalización del arrendamiento, dejarán hechos los barbechos bien
labrados, correspondientes a cuatro yuntas de bueyes. Durante este periodo del
arrendamiento, pagarán el diezmo al comendador de Segura, de la producción
obtenida de las tierras y los pastos. La montaña de Salfaraz está próxima al
actual Puente de Génave.
A comienzos del siglo XIV,
la encomienda de Segura estaba bastante despoblada y debilitada económicamente.
Los santiaguistas comienzan a organizar su territorio y su economía productiva,
en un hábitat abrupto y disperso, con la roturación de tierras de labor y la
explotación ganadera.
Es en la zona norte, la más
alejada del reino granadino, la que empieza a mostrar los primeros síntomas de
recuperación. En este documento observamos que dos familias de concejos del
norte van a repoblar tierras más al sur. El lugar de Salfaraz con sus defensas típicas de los asentamientos rurales,
había sido repoblado tras la reconquista a principios del siglo XIII, ya que su
iglesia era una de las que estaban en litigio entre la Orden de Santiago y el
Arzobispado de Toledo.
El mismo maestre Vasco
Rodríguez, en el año 1325 dona la torre y su cortijo al Concejo de Villarrodrigo (Visita de 1507), lo que
nos muestra que el lugar estaba recuperado y organizado. Aunque no tenemos
documentada concesión de dehesas a Albaladejo (Villarrodrigo medieval), sí que
hay varios documentos que hablan de tierras limítrofes a la dehesa de
Albaladejo o a la “dehesa vieja de Albaladejo”. Igualmente le ocurre al Concejo
de Siles al que este maestre había
donado varias dehesas y su repoblación había sido autorizada por los
santiaguistas a principios del siglo.
En el año 1348, el maestre
de Santiago, Infante Don Fabrique, concedió una dehesa al lugar de Bayonas, también situado en la zona
norte, para sus bueyes y bestias de arada, lo que nos da a entender que los
nuevos pobladores habían roturado tierras y las estaban cultivando. Esta sería
la actual dehesa de Bayonas (Villarrodrigo), y posteriormente se concedería al
concejo de Bayonas la dehesa del Oso.
Las pocas familias que
quedan en la villa de Albanchez,
protegidas por su castillo (Piedras de la Ermita), ante la falta de agua y
tierras cultivables, están buscando un nuevo asentamiento que tenga abundante
agua, con pastos y puedan roturar tierras de labor para sobrevivir. Lo
encontrarán en los terrenos del actual Torres de Albanchez. La villa de Torres con su castillo se encontraba en
situación parecida y casi despoblado.
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