1.348.- Una dehesa para Bayonas. (Notas Históricas de Villarrodrigo. Asociación Recreativa-Cultural “Peña el Pilón”. Villarrodrigo (Jaén). 1.980)
UNA DEHESA PARA BAYONAS
De entre los privilegios concedidos por la Orden de Santiago para la repoblación de sus tierras conquistadas, Bayonas conseguiría dos dehesas para sus rebaños y para sus animales de labor. Estas dehesas son imprescindibles para la vida de los bayoneses, población formada en su totalidad por pastores y labradores.
En el “Apunte legal sobre el dominio solar de la Orden de Santiago” de Bernabé de Chaves, se recoge la siguiente concesión de una dehesa para los bayoneses:
“El Maestre de Santiago Infante Don Fabrique (según consta en la Contaduría General del Maestrazgo), en el año de 1.348, concedió una dehesa al lugar de Bayonas, para sus bueyes y bestias de arada”.
Esta concesión, hemos de suponer, sería un gran alivio para los moradores del lugar, que sufrieron durante aquellos años la grave crisis, que tanto económica como demográfica, padecía toda Castilla.
Justo a finales de los años cuarenta, cuando es concedido este privilegio, las epidemias de peste afectaron a una gran parte del país, muriendo por su causa hasta el propio monarca Alfonso XI.
Junto a la peste negra se unía el hambre y en las zonas fronterizas, las incursiones musulmanas que asolaban y robaban los lugares, cosechas y ganados. Bayonas no tuvo ningún tipo de infraestructuras defensivas. Por estos años tenemos constancia histórica de una correría de los musulmanes granadinos por las tierras santiaguistas de la Sierra de Segura poniendo sitio a Siles, pero sin éxito.
El resultado fue una de las mayores crisis económicas conocidas y una reducción demográfica, que hizo desaparecer a muchos lugares y otros quedaron a la mitad de la población.
En este momento tan duro, sobre todo para las clases sociales más bajas y para los lugares serranos, este privilegio, quizás, pudo suponer la no desaparición del lugar.
También es de considerar, que Bayonas, como aldea de Segura de la Sierra, se encontraba dentro del Común de Segura. Los comunes eran asociaciones entre pueblos y lugares de una misma jurisdicción, con fines ganaderos y fiscales y la conservación y protección en común de pastos, arbolados, pinares, viñas y dehesas.
En los territorios jurisdiccionales de la Orden de Santiago existieron varios comunes. Además del Común de Segura, también se formó el Común de Montiel, desde el Guadiana hasta el Guadalmena, teniendo comunidad de pastos con Segura de la Sierra.
En el “Apunte legal sobre el dominio solar de la Orden de Santiago” de Bernabé de Chaves, se recoge la siguiente concesión de una dehesa para los bayoneses:
“El Maestre de Santiago Infante Don Fabrique (según consta en la Contaduría General del Maestrazgo), en el año de 1.348, concedió una dehesa al lugar de Bayonas, para sus bueyes y bestias de arada”.
Esta concesión, hemos de suponer, sería un gran alivio para los moradores del lugar, que sufrieron durante aquellos años la grave crisis, que tanto económica como demográfica, padecía toda Castilla.
Justo a finales de los años cuarenta, cuando es concedido este privilegio, las epidemias de peste afectaron a una gran parte del país, muriendo por su causa hasta el propio monarca Alfonso XI.
Junto a la peste negra se unía el hambre y en las zonas fronterizas, las incursiones musulmanas que asolaban y robaban los lugares, cosechas y ganados. Bayonas no tuvo ningún tipo de infraestructuras defensivas. Por estos años tenemos constancia histórica de una correría de los musulmanes granadinos por las tierras santiaguistas de la Sierra de Segura poniendo sitio a Siles, pero sin éxito.
El resultado fue una de las mayores crisis económicas conocidas y una reducción demográfica, que hizo desaparecer a muchos lugares y otros quedaron a la mitad de la población.
En este momento tan duro, sobre todo para las clases sociales más bajas y para los lugares serranos, este privilegio, quizás, pudo suponer la no desaparición del lugar.
También es de considerar, que Bayonas, como aldea de Segura de la Sierra, se encontraba dentro del Común de Segura. Los comunes eran asociaciones entre pueblos y lugares de una misma jurisdicción, con fines ganaderos y fiscales y la conservación y protección en común de pastos, arbolados, pinares, viñas y dehesas.
En los territorios jurisdiccionales de la Orden de Santiago existieron varios comunes. Además del Común de Segura, también se formó el Común de Montiel, desde el Guadiana hasta el Guadalmena, teniendo comunidad de pastos con Segura de la Sierra.
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