Buscar en este blog

martes, 6 de abril de 2021

1.498.- Visita a Génave de la Orden de Santiago

 


1498-09-19 -Visita a los Partidos de Sierra de Segura y Murcia. Visita a Génave. (AHN. Guía de las OO.MM. Mss. Santiago. Sign. 1069 C pág. 74-82. Archivo General de la Región de Murcia).

 

 

Visitación de Xenabe

/74/

En diez e nueve días del mes de septiembre del dicho año de noventa y ocho años, los dichos Rodrigo Dávalos, comendador de Montealegre y Pedro de Morales, cura de Valdaracete, fueron a Xenabe, lugar de la Encomienda de Segura e hicieron juntar los oficiales y hombres buenos del dicho lugar, a los cuales fue notificado el poder de Sus Altezas y por ellos fueron obedecidos con aquella reverencia y acatamiento que debían y en cuanto al cumplimiento dijeron que estaban dispuesto de cumplirlo en todo y por todo según que Sus Altezas por él lo envían mandar, testigos, Juan Gómez y Hernán Sánchez, vecinos del dicho lugar.

Y luego se hicieron dar los pregones acostumbrados en el dicho lugar según que de suso están especificados en los otros lugares de la Encomienda de Segura, testigos los dichos.

Este dicho día fueron requeridos el alcalde y regidor del dicho lugar que dé la copia de los vecinos del dicho lugar y de los caballeros cuantiosos de él según que Sus Altezas mandan, los cuales dijeron que son prestos de la dar jurada información, testigos los dichos.

 

Y luego los dichos visitadores fueron a visitar la iglesia del dicho lugar, la cual es de la vocación de Nuestra Señora la Virgen María y es de una nave y cubierta de madera de pino acepillada y tiene un altar mayor ornado de su frontal y manteles y la imagen de Nuestra Señora de bulto y junto con el dicho altar está un sagrario de yeso labrado y al cabo de la iglesia está una tribuna de madera nueva bien obrada.

/75/

Y luego el dicho cura de Valdaracete se vistió una sobrepelliz y con aquella reverencia que debía, visitó al Santo Sacramento del Corpus Cristi, el cual se halló dentro en el dicho sagrario, en un cofre pintado con su llave y dentro de él una caja de madera y en la caja dos hijuelas de corporales y allí puesto el Santo Sacramento honesta y decentemente y el dicho sagrario asimismo con su llave a buen recaudo.

Asimismo visitó el dicho cura el oleo de la crisma y el oleo ynfermorum en tres ampollas de estaño cubiertas con un paño, limpiamente todo en el dicho sagrario debajo de la dicha llave.

Y luego visitó la pila del bautismo, en la cual halló agua bendecida para bautizar, mándala consumir el dicho cura y mandó que cada vez que hubieren de bautizar la bendiga y después la consuma, lo cual mandó a Ferrán Sánchez de Yeste, cura de la dicha iglesia en virtud de obediencia.

Y en la dicha iglesia había una capilla con un altar, aparte del altar mayor, en que está la imagen de nuestra Señora, la cual es nuevamente hecha.

Aparte de esta dicha capilla y del dicho altar mayor está otro altar con la imagen de Santiago y de San Sebastián y otras imágenes, ataviado de su frontal y manteles limpios.

Y luego los dichos visitadores hicieron inventario de los bienes y cosas que la dicha iglesia tiene en la manera y forma siguiente:

 

Plata

Una cruz de plata con sus esmaltes, que pesa hasta cuatro marcos.

Una cruz de plata con su patena de hasta dos marcos.

Una ara con unos corporales de lienzo de lino y una palia encima.

 

Ornamentos

Un vestimento de aceituní negro, roto, viejo con todo su recabado.

Un vestimento de lienzo colorado, forrado en lienzo negro con su apero.

/76/

Un vestimento de lienzo blanco roto y dos albas viejas.

Una capa de raso colorado con su cenefa.

Siete pares de manteles, los tres viejos. Otros tres pares de manteles, los dos nuevos y el uno viejo.

Dos roquetes viejos. Siete tocados de Nuestra Señora.

Una palia con unos cabos blancos. Un frontal de guadamecí nuevo.

Una saya blanca nueva y otra saya negra vieja.

Un amito para bendecir. Tres fruteros blancos orillados.

Unas tobajas labradas. Una cortina listada.

Una estola de terciopelo. Un en forro azul de casulla.

A las espaldas del altar mayor un paramento pintado.

Dos mangas para la cruz, la una orillada, la otra como almohada.

Un frontal viejo pintado, una palia, una reja negra y un brial verde.

 


Libros

Un misto de molde toledano. Un misal grande de pergamino viejo. Un sacramental en romance. Un breviario de molde. Otro breviario de pergamino. Un manual viejo de bautizar. Unas bisperadas pequeñas. Un cuaderno nuevo de la visitación de Nuestra Señora. Un santoral de lectura y un dominical viejo de lectura. Un salterio viejo y un pedazo de dominical, Otro libro de las tinieblas con la fiesta de Corpus Cristi. Unas cinquishistorias viejas. Un cuaderno con el oficio de la Navidad. Un oficiario de pergamino viejo.

 

Campanas

Dos campanas medianas en el campanario. Una rueda de campanillas rotas, dos campanillas de mano. Un par de ampollas de estaño.

/77/

Un acetre. Un incensario de latón. Una lámpara con su bacín. Dos arcas para los ornamentos. Otra arca vieja.

 

Posesiones de la dicha iglesia

Un huerto alinde de Miguel Sánchez el viejo.

Una haza en la Parrilla de hasta ocho fanegas linde de Martín Sánchez de Moya, vecino de Villa Rodrigo.

Un herrenal en el arroyo de la Vieja que hace una fanega, linde de Diego de Santacruz.

Una viña camino de Çalfaras, que ha por lindes Miguel Sánchez el viejo.

Otra viña en la Cañada, alinde de Pascual García.

Otra tierra que mandó la de Ferrán Gómez en la hombreada de las viñas, alinde de Martín García el viejo.

Otra haza en la Cañada Herreros que alinda con Pedro González.

Otra haza en la dicha Cañada Herreros que alinda con Ferrán Martínez.

Hallaron los dichos visitadores en la dicha iglesia del dicho lugar por cura a Ferrán Sánchez de Yeste, el cual tiene colación del arzobispo, en la cual hace mención de la presentación del Maestre, el cual es buen eclesiástico y administra bien los sacramentos de la dicha iglesia.

Tiene de renta el dicho beneficio el besamanos de todo lo que se ofrece en la dicha iglesia, salvo el tercio que lleva el sacristán.

Tiene más, las primicias de pan que valen ciento y nueve fanegas de pan por mitad.

Tiene más, dos viñas que rentan ciento y cincuenta maravedíes, las cuales dichas viñas son camino de Çafalzahar, con cargo que diga el cura cada un año una vigilia el día de Santa María de septiembre.

 


Hay en el dicho lugar dos ermitas, la una de San Sebastián y la otra /78/ de San Cristóbal, las cuales fueron a visitar los dichos visitadores y hallaron que no tienen renta ninguna. En la ermita de San Sebastián había un retablo pintado en que está la imagen de San Sebastián y de San Blas y otras imágenes y en el altar tiene un frontal pintado y encima del altar unos manteles limpios y la dicha ermita está bien reparada.

 

San Cristóbal

En la dicha ermita de San Cristóbal hallaron las paredes que se quieren caer y muy mal tratada y en el altar están unas tablas pintadas de la imagen de San Cristóbal y una sábana en el dicho altar.

 

Santa María del Campo

Este dicho día visitaron los dichos visitadores una ermita que es una legua del dicho lugar, que se dice Santa María del Campo. La cual es una casa grande nueva, de tres arcos de yeso y cubierta de madera, en la cual hay sus altares, y en el altar mayor está la imagen de Nuestra Señora bien ataviada con un brial verde, con barras de seda negra y un tabardo de lienzo y sus frontales en el dicho altar y manteles y una lámpara y en los otros altares tenía sus manteles y tobajas limpios y sus frontales. En la cual dicha ermita hallaron por ermitaño a Fray Pedro de San Clemente, el cual ha hecho a las espaldas de la dicha ermita una casa para el ermitaño y una emparra nueva pequeña  y porque tuvieron información que es buen hombre y de buena vida y trata bien la dicha ermita, le dieron licencia los dichos visitadores para que viva en ella y tenga cargo de ella como hasta aquí.

 

Posesiones de la dicha ermita

Tiene en Villa Rodrigo dos suertes de viñas pequeñas y una casa que ha por lindes casas de Juan López Herrero. Y en Xenabe tiene una haza /79/ que mandó la de Ferrán Gómez y un herrenal que es camino de Villa Rodrigo junto a la casa de Juan de Villena.

Y luego se tomó la cuenta a Martín López, mayordomo de la dicha ermita la cual no tiene otra renta salvo las limosnas que allega, lo cual montó lo que tenia recibido desde que recibió la dicha mayordomía hasta hoy dicho día veinte de septiembre, novecientos y veinte y siete maravedíes. DCCCC XXVII (927.-)

Monta lo que dio que había gastado en reparos de la dicha ermita, setecientos y treinta y seis maravedíes. DCC XXXVI (736.-).

Descontados al dicho cargo fue alcanzado el dicho Martín López por ciento y noventa y un maravedíes. CXCI (191.-).

La cual dicha cuenta juró en forma el dicho mayordomo que en la dicha cuenta, ni en parte de ella, no había fraude ni agravio, testigos Juan de Madrid y Francisco de Norueña.

Y los dichos visitadores viendo que el dicho mayordomo es buen hombre y de conciencia, le mandaron tener la dicha mayordomía y que de lo que allegare de las limosnas, repare todavía la dicha ermita en lo que reparo oviere menester.

 

Y después de lo susodicho, veinte días del dicho mes y año susodicho tomaron la cuenta a Diego de Villena, mayordomo de la iglesia del dicho lugar, en la forma siguiente:

Montan los maravedíes que se le hace cargo según está por menudo en el libro de la iglesia, cuatro mil y seiscientos y ocho maravedíes. IIII U DC VIII (4.608.-).

Montan los maravedíes que da por gastados, el dicho Diego de Villena, por menudo en el dicho libro, tres mil y ciento y setenta y ocho maravedíes. III U CLXXVIII (3.178.-).

Así que se le alcanzó al dicho mayordomo por mil y cuatrocientos y treinta y un maravedís, en los cuales le condenaron los dichos /80/ visitadores, que los dé y pague a Juan Pérez, vecino del dicho lugar, mayordomo nuevo en que dejaron la dicha mayordomía, hasta el día de Navidad primero siguiente de este presente año. I U CCCC XXXI. (1.431.-).

Dejaron los dichos visitadores por mayordomo al dicho Juan Pérez en la dicha iglesia, al cual hicieron cargo de los maravedíes siguientes:

Se le cargó los dichos mil y cuatrocientos y treinta y un maravedíes del alcance del mayordomo pasado. I U CCCC XXXI. (1.431.-).

Se le cargó más mil maravedíes que Gomes Martínez mandó a la iglesia. I U (1.000.-).

Que son los maravedíes que se hace cargo al dicho Juan Pérez, dos mil y cuatrocientos y treinta y un maravedíes. II U CCCC XXXI. (2.431.-).

De los cuales dichos mayordomos, recibieron juramento en forma debida de derecho, ciertas, de las dichas mayordomías.

 


Visitaron el horno del dicho lugar que la Orden tiene, en el cual hallaron que ha menester cerrar un hastial que está sobre la capilla del horno y retejar el tejado porque se llueve y echar una capa al dicho horno. Lo cual mandaron al dicho Comendador que lo haga hacer hasta el día de Navidad primero que viene, en virtud de obediencia y mandaron a Miguel Sánchez que tome cargo de las rentas de la Encomienda del dicho lugar, que luego que lo haga saber, so pena de quinientos maravedíes para la cámara de Sus Altezas.

 

La Torre

Y luego los dichos visitadores visitaron una Torre que está en el dicho lugar, la cual es alta y de cal y canto y tiene alrededor un cortijo, asimismo de cal y canto, sus almenas y sus puertas. La dicha torre es maciza hasta tres tapias de alto y tiene sus puertas y cerrojo grueso, y la pared de la dicha torre es buena y entrando en ella está un atajo de piedra sin puertas en el cual está una /81/ buena cámara de aposentamiento y tiene la dicha torre tres bóvedas, una sobre otra, y en la bóveda más alta tiene unos arcos y encima de la torre un tejado bueno, bien reparado, salvo que ha de menester un caballillo de cal y cinco cintas en cada cabo de cal porque los aires quitan las tejas y se pierden, y limpiar el caño por dónde va el agua al aljibe, lo cual mandaron al dicho Comendador en virtud de obediencia, que lo mande hacer hasta el dicho día de Navidad, lo cual fue mandado al dicho Miguel Sánchez, que lo haga saber al dicho Comendador. Se halló que todo lo que por la visitación pasada fue mandado hacer, que estaba hecho.

 

Y después de lo susodicho, ante los dichos visitadores parecieron Juan de Ortega y Juan López, regidores del dicho lugar  y dieron una copia de los vecinos de él, la cual montó noventa y cinco vecinos de los cuales dijeron que había cuantiosos los siguientes:

Miguel Sánchez el mozo, cuantioso.

Juan González el viejo, cuantioso.

Juan González de Coronado, cuantioso.

Alonso López, cuantioso.

Gonzalo López de Blasco, cuantioso.

Fernando Sánchez, cuantioso.

Miguel Sánchez el viejo, cuantioso, el cual se escusa por hombre de mucha edad.

La cual dicha copia juraron en forma los dichos regidores y dijeron so cargo del juramento que hicieron que todos los susodichos tiene sus armas y caballos salvo el dicho Fernando Sánchez y Miguel Sánchez, les mandaron los dichos visitadores que les notifiquen que tengan sus /82/ armas y caballos hasta el día de San Juan de junio primero que viene, so pena de la merced de Sus Altezas, testigos, Juan de Madrid y Francisco de Norueña y Alonso de Torres, criados del Comendador, Rodrigo Dávalos.

 

Los dichos visitadores fueron informados que los visitadores del Arzobispado vienen algunas veces a visitar la iglesia del dicho lugar y tomar cuenta a los mayordomos, no lo pudiendo hacer de derecho; mandaron dar un mandamiento requisitorio para los tales visitadores que no se entremetan a visitar más del Santo Sacramento y crisma y olio y pila de bautismo, y que si en más se quisiesen entrometer que el Cura ni el Concejo no lo consienta ni dé lugar a ello, so pena de diez mil maravedíes para la fábrica de la dicha iglesia, el cual dicho mandamiento quedó en poder de los dichos regidores.

 

El valor de las rentas de lo que pertenece a la Encomienda de Segura en el dicho lugar, van declarados en el fin de la visitación de la dicha Encomienda.

 

En la visitación de la dicha torre del dicho lugar hallaron hay algunos reparos de la dicha torre, muchas almenas caídas, lo cual hallaron por información de Juan López y de Miguel Sánchez que sobre ello se hizo juramento que se acuerda de más de treinta y cinco años está caído, lo mandaron poner por relación para que Sus Altezas manden en ello lo que sea su servicio.



 

COMENTARIOS: En el año 1.498, Génave era un lugar de señorío de la Orden de Santiago. Como tal señorío pertenecía a la Encomienda de Segura, provincia santiaguista de Castilla y Priorato de Uclés. En lo eclesiástico pertenecía al arzobispado de Toledo y Vicaría de Villarrodrigo y en lo civil al Reino de Murcia, distrito de Segura de la Sierra. Administrativamente la Encomienda dependía directamente del Maestre, que en este año eran Sus Altezas los Reyes Católicos con total independencia de la capital murciana.

 

En la visita anterior de 1495 los visitadores santiaguistas mandan al Concejo que construyan un campanario a la iglesia y suban a él las campanas de la fachada. En esta visita, tres años más tarde, ya tenían puestas las campanas en el campanario. Se supone que es el mismo campanario actual con las sucesivas reparaciones.

 

A la iglesia acababan de hacerle una tribuna nueva de madera. La capilla de la iglesia acababa de hacerse. (don Sancho Muñoz). En el 1495 la capilla no existía.

 

La ermita de la Virgen del Campo estaba a una legua. Era casa grande nueva con tres arcos de yeso. Continúa de ermitaño fray Pedro de San Clemente al que los visitadores le dan licencia para que siga viviendo en la casa aneja construida. Continúa existiendo la ermita de San Sebastián, no habla de la ermita de San Pedro y se visita una nueva ermita, la de San Cristóbal, que parece que se quería caer.

 

La Encomienda de Santiago tenía en el lugar una torre defensiva con su cortijo y un horno de pan. El cortijo era las murallas defensivas que rodeaban a la torre. Las reparaciones que habían mandado los visitadores en la visita anterior de 1495, estaban todas realizadas. En la visita anterior se habla de un pozo manantial en el suelo de la torre. En esta visita se manda que limpien las cañerías que recogen el agua de lluvia y las llevan a un aljibe.

 

Tenía 95 vecinos o familias (alrededor de 450 habitantes) de los cuales 7 eran caballeros de cuantía, obligados a tener caballo y armas dispuestos para la guerra. Eran cuantiosos aquellos vecinos que tenían propiedades por valor superior a una determinada cantidad o cuantía.

 


No hay comentarios: