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martes, 25 de agosto de 2015

1.507.- Visita de la Orden de Santiago a la Torre de Villarrodrigo




1507-07-08 -Visita a los Partidos de Sierra de Segura y Murcia. Visita a la torre de Villarrodrigo. (AHN. Guía de las OO.MM. Mss. Santiago. Sign. 1072 C pág. 95-96).


Villa Rodrigo Encomienda de Segura


/95/
Torre

“Fue visytada la torre de dicho logar que es oy en medio del real (de) cal e canto gruesa e de buenos altos con dos puertas dentro que entran a la bóveda primera del aljibe y encima desta bóveda tiene otra en lo alto de la dicha torre con su petril e almenas y una barrera a la redonda con su petril, no ay alcayde en ella.

Esta torre tiene el concejo de dicho lugar, antiguamente por virtud de una provysión del maestre don Vasco Rodrigues, dada por él en su capítulo general que su cetro fizo a tres días de noviembre hera de mill e trescientos e sesenta y tres años y el dicho concejo la repara e por esto, en la qual los dichos visytadores pasados mandaron facer çiertos reparos en el cuerpo de la dicha torre como en la barrera. /96/

Halláronse fechos como lo mandaron los dichos visytadores. Agora los dichos visytadores don Diego de Córdova e Alonso Martines Salido fallaron que el tejado de la dicha torre estava algo mal reparado y que hera menester retejarse e limpiarse el rondel de la dicha torre e los botaderos del agua y mandaron al concejo que lo retejasen e limpiase dentro de dos meses próximos siguientes e que le dejó mandamiento en poder de Juan Marroquí regidor del dicho logar.

No se rescibió pleito menaje porque no sestableció en la dicha torre.”

COMENTARIO: Este documento es muy importante para la historia de Villarrodrigo. Nos dice que su concejo tenía la torre por una provisión del Maestre de Santiago don Vasco Rodríguez de Coronado, dada en el Capítulo General de la Orden del día 3 de noviembre de 1325 (era de 1363). A causa de esta donación, era el propio concejo el que reparaba y mantenía dichas defensas, caso especial en toda la encomienda de Segura. El concejo no solo las reparaba sino que las reedificó posteriormente: “la qual torre es del Concejo de dicho logar según lo mostraron por privilegio del maestre don Fernando Ozores que ninguna persona tenyase que haver en ella salvo el dicho Concejo porque la hizo de nuevo.”  (Visita de 1495).

Estamos en un concejo, el de Albaladejo (Villarrodrigo medieval) totalmente organizado, capaz de hacerse cargo de sus defensas y por tanto repoblado, en un momento, principios del siglo XIV, cuando el resto de la sierra era un total despoblado y los santiaguistas estaban planeando sus estrategias de repoblación, empezando por Siles, Salfaraz, Bayonas, Torres de Albanchez, La Puerta, Benatae, Orcera, Hornos y por último Albaladejo de los Frailes.

En esta visita, ya en el 1507, toda la sierra incrementa su población, Siles está totalmente poblado con 270 vecinos; Villarrodrigo tenía 260 vecinos y 5 cuantiosos; Segura 210 vecinos y no estaba obligado a tener cuantiosos por privilegio; Orcera 180 vecinos y con los privilegios de Segura; Albaladejo de los Freiles 150 vecinos y no estaba obligado a tener cuantiosos porque continuaba su proceso de repoblación; Torres de Albanchez 148 vecinos y 3 cuantiosos; Génave 130 vecinos y 4 cuantiosos; Benatae 120 vecinos y un cuantioso; Hornos 110 vecinos y sin cuantiosos porque continuaba su repoblación; Bayonas 80 vecino y sin cuantiosos y La Puerta 30 vecinos y sin cuantiosos.
  

domingo, 9 de agosto de 2015

1.335.- Arrendamiento de la casa de Salfaraz por vecinos de Génave y Villarrodrigo




1.335-VII-11.- Santa Cruz. El Maestre de Santiago Vasco Rodríguez, da en arrendamiento a Pedro García, vecino de Génave y a Pedro Gil, vecino de Alvaladejo (Villarrodrigo), la casa, torre y su cortijo de Salfaraz.  (AHN, Ordenes Militares, Uclés, carpeta 311, nº 51. Archivo General de la Región de Murcia)


"Sepan cuantos esta carta vieren como yo Pedro García vecino de Xenabe, porque vos don Basco Rodríguez, por la gracia de Dios Maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago amo e mayordomo mayor del Infante Don Pedro, fijo primero heredero del muy noble Rey Don Alfonso, fazedes merced a mí y a Pedro Gil vezino de Alvaladejo, en que nos dades y tengamos de vos la vuestra casa de Fasalfaraz desde este Sant Miguel de setiembre primero que viene fasta nueve años primeros siguientes en que labremos y criemos, otorgo e conosco por mi e por el dicho Pedro Gil que adobemos e reparemos el cortijo e la torre de la dicha casa en guisa que esté muy bien adobado e reparado, e complidos los nueve años que dichos son que dexemos barvechos fechos en el heredamiento de la dicha casa de quatro yuntas de bueyes muy bien fechos e bien labrados, e esto que lo cumplamos por nos e por nuestros bienes, e sy el dicho Pedro Gil non quisiere tener conmigo la dicha casa e complir lo que dicho es, que yo el dicho Pedro García que tenga en mi la dicha casa e cumpla las lavores de la torre e de cortijo e dexe los barvechos fechos que dichos son e de el diezmo de lo que Dios me diere al comendador de Segura, e para complir todo esto que dicho es, obligo todos los mis bienes por doquier que los aya e porque esto sea firme, rogué a estos escrivanos que firmasen esta carta a mi plazimiento e a mi otorgamiento. Fecha la carta en Santa Cruz, onze días de julio era de mill e CCC e setenta e tres años. Yo Gonzalo Martínez, escrivano del común de Uclés, so testigo. Yo Pedro García, escrivano, so testigo. Yo Alfonso López, escrivano, so testigo. Yo Rui Ferrandez, escrivano, so testigo. Yo Rodrigo Yañez, escrivano, so testigo e la escreví."


COMENTARIO: En este documento del año 1335 (Era 1373), el Maestre de Santiago Vasco Rodríguez de Coronado (1324-1338 aproximadamente) arrienda por nueve años a Pedro García, vecino de Génave y a Pedro Gil vecino de Albaladejo (Villarrodrigo medieval) la casa de Salfaraz, compuesta por una torre y su cortijo (murallas defensivas que rodean a la torre) y las tierras de labor y de pastos. Los arrendatarios se comprometen a reparar y arreglar la torre y su cortijo y que a los nueve años, fecha de finalización del arrendamiento, dejarán hechos los barbechos bien labrados, correspondientes a cuatro yuntas de bueyes. Durante este periodo del arrendamiento, pagarán el diezmo al comendador de Segura, de la producción obtenida de las tierras y los pastos. La montaña de Salfaraz está próxima al actual Puente de Génave.

A comienzos del siglo XIV, la encomienda de Segura estaba bastante despoblada y debilitada económicamente. Los santiaguistas comienzan a organizar su territorio y su economía productiva, en un hábitat abrupto y disperso, con la roturación de tierras de labor y la explotación ganadera.

Es en la zona norte, la más alejada del reino granadino, la que empieza a mostrar los primeros síntomas de recuperación. En este documento observamos que dos familias de concejos del norte van a repoblar tierras más al sur. El lugar de Salfaraz con sus defensas típicas de los asentamientos rurales, había sido repoblado tras la reconquista a principios del siglo XIII, ya que su iglesia era una de las que estaban en litigio entre la Orden de Santiago y el Arzobispado de Toledo.

El mismo maestre Vasco Rodríguez, en el año 1325 dona la torre y su cortijo al Concejo de Villarrodrigo (Visita de 1507), lo que nos muestra que el lugar estaba recuperado y organizado. Aunque no tenemos documentada concesión de dehesas a Albaladejo (Villarrodrigo medieval), sí que hay varios documentos que hablan de tierras limítrofes a la dehesa de Albaladejo o a la “dehesa vieja de Albaladejo”. Igualmente le ocurre al Concejo de Siles al que este maestre había donado varias dehesas y su repoblación había sido autorizada por los santiaguistas a principios del siglo.

En el año 1348, el maestre de Santiago, Infante Don Fabrique, concedió una dehesa al lugar de Bayonas, también situado en la zona norte, para sus bueyes y bestias de arada, lo que nos da a entender que los nuevos pobladores habían roturado tierras y las estaban cultivando. Esta sería la actual dehesa de Bayonas (Villarrodrigo), y posteriormente se concedería al concejo de Bayonas la dehesa del Oso.

Las pocas familias que quedan en la villa de Albanchez, protegidas por su castillo (Piedras de la Ermita), ante la falta de agua y tierras cultivables, están buscando un nuevo asentamiento que tenga abundante agua, con pastos y puedan roturar tierras de labor para sobrevivir. Lo encontrarán en los terrenos del actual Torres de Albanchez. La villa de Torres con su castillo se encontraba en situación parecida y casi despoblado.