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lunes, 24 de junio de 2024

1.480.- Visita al lugar de La Puerta de la Orden de Santiago.

 


1480-9-25 -Visita a los Partidos de la Mancha, Ribera del Tajo, Campo de Montiel y Sierra de Segura. Visita a La Puerta. (AHN. Guía de las OO.MM. Mss. Santiago. Sign. 1064 C pág. 242-244).

 

Vesitaçión de La Puerta

 

/242/

Luego los dichos visitadores en este dicho día, veinte y cinco días de setiembre de LXXX (1480) años, los dichos visitadores fueron a La Puerta, que es de la dicha Encomienda de Segura e hicieron juntar los alcaldes y oficiales del dicho lugar y les mostraron los poderes que del maestre nuestro señor llevaban y obedeciéndolos con la debida reverencia y cuanto al consentimiento que estaban prestos de los cumplir como en ellos se contiene.

 

Luego los dichos visitadores porque no había portero en el dicho lugar dijeron al dicho Concejo y alcaldes que si había persona alguna del dicho lugar quejosa de otra o del señor Comendador de Segura o del alcaide que se lo notificaren y les harían cumplimiento de justicia.

/243/

Luego los dichos visitadores fueron a la iglesia de Santa María que es la iglesia parroquial del dicho lugar, la cual hallaron bien reparada y hallaron en ella por Cura a Juan Martínez, el cual no es de la Orden; tiene las primicias de pan y queso y el pie de altar y porque es el beneficio muy pobre le dan dos mil maravedíes de soldada el dicho lugar, tiene más la iglesia cuatro pies de olivas al olivar del Concejo.

 

Tiene la dicha iglesia un vestimento de lienzo blanco cumplido; una casulla con su manípulo y estola de lienzo picholeado y una cenefa de hilo de oro y un cáliz de estaño y una cruz muy pequeña de media plata y una cruz de latón grande (¿).

 

Tiene un breviario y un canon y un misal votivo y una campana pequeña y un frontal de lienzo.

 

Luego los dichos visitadores fueron a ver la torre y cortijo del dicho lugar y hallaron por alcaide en ella a Diego de Alcalá que estaba por el dicho señor Conde y Comendador de Segura, el cual les entregó las llaves de la dicha fortaleza y les apoderó de lo alto y bajo de ella a su consentimiento (¿).

Antes que entren a la dicha fortaleza tiene una puerta levadiza de madera y al cabo de la dicha puerta entra por una puerta a un recibidor de paredes con unos postes (¿) de palo cubierto de teja y çiarto (¿) de varas; luego entran por una puerta al circuito de la dicha torre; tiene sus puertas nuevas; a la mano izquierda como entran por esta puerta está una cocina y debajo un establo, está mal reparado un pedazo de ella, mandaron al dicho Concejo que la reparen hasta Navidad próxima; a la mano derecha está la puerta de la entrada de la torre, tiene tres soberados (desvanes); más delante en par (¿) de esta puerta de la torre, está otra puerta por donde entran a una camarilla, donde está una buena cámara; más adelante está un corral y en él está un portal, debajo de este portal está una caballeriza y un pajar en que podrán caber veinte caballos; en la frontera de este corral está una bodega que podía caber mil arrobas de vino; encima de las caballerizas y pajar están otras dos cámaras de largo a largo y encima de estas dos cámaras, están otras dos cámaras que tienen pan; encima de la bodega está otra cámara doblada en que tienen las armas y dentro de esta cámara está otra cámara y tiene un hastial caído, mandaron al Concejo que lo repare hasta el dicho día de Navidad; esta casa y torre está asentada sobre peña y va junto con ella el río Guadalimar. Esta torre y cortijo es de argamasa y piedra.

 

Luego los dichos visitadores fueron a ver el horno de pan cocer del dicho lugar que es de la dicha Encomienda de Segura y hallaron que estaba mal reparado, mandaron al dicho Comendador, en ausencia, en virtud de obediencia, presente Diego de Alcalá, alcaide, que lo repare y abran el dicho horno y cierre ciertas juntas que están abiertas de las paredes /244/ lo cual que el dicho Comendador mande así hacer hasta Navidad próxima. Y mandaron al dicho Concejo que si lo así no hicieren que el dicho tiempo pasado, puedan cocer su pan donde quisieren y por bien tuvieren, sin pagar poya y sin que por ello incurran en pena alguna.



 

COMENTARIO: El 25 de septiembre de 1480 los visitadores santiaguistas llegaron a La Puerta que entonces era un lugar de señorío de la Orden de Santiago. Como tal señorío pertenecía a la Encomienda de Segura, provincia de Castilla y Priorato de Uclés. En lo eclesiástico pertenecía al arzobispado de Cartagena y vicaría de Segura de la Sierra y en lo civil al Reino de Murcia, distrito de Segura de la Sierra. Presentaron el mandamiento de poder de su Maestre don Alfonso de Cárdenas de acuerdo con su Capítulo General, a los alcaldes y oficiales de La Puerta, que lo obedecieron y estaban prestos a cumplirlo.

Como no había pregonero los visitadores comunicaron a dichos alcaldes y oficiales que cualquier persona que tuviera queja o agravios del Comendador de Segura don Pedro Manrique, II Conde de Paredes, que por entonces residía en la villa de Siles, o de sus criados, que se presentasen ante ellos, los oirían y harían justicia.

Visitaron la iglesia parroquial de Santa María que estaba bien reparada. Como el beneficio del curato era muy pobre servía un cura que no era santiaguista al que el Concejo suplementaba el beneficio con 2.000 maravedíes anuales. En esta Visita no se habla de ninguna ermita en su término.

La Encomienda de Santiago tenía en el lugar una fortaleza de argamasa y piedra, compuesta por una torre defensiva con su cortijo. El alcaide de la fortaleza era Diego de Alcalá. El cortijo era las murallas defensivas que rodeaban a la torre. Los visitadores describen esta torre-cortijo que está sobre una peña junto al río Guadalimar.

Los análisis de C-14 realizados sobre muestras de madera, procedentes de agujas y rollizos de la torre actual, indican una horquilla de tiempo comprendida entre los años 408/1018 y 549/1154. Santiago Quesada-García (Universidad de Sevilla)

Por último visitaron el horno de pan cocer del dicho lugar que era propiedad de la Encomienda de Segura que había que reparar porque tenía las paredes abiertas. Los visitadores santiaguistas mandan a Diego de Alcalá, como representante del Comendador, que repare el horno antes de la Navidad. Advierten al Concejo que si no se reparase, entonces los vecinos no estarían obligados a cocer su pan en el horno de la encomienda.

 


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